CHISTES MATEMÁTICOS
1. Abriendo la lata de sardinas.
Se encomienda a un ingeniero, un físico y un matemático la difícil tarea de abrir una lata de sardinas. Coge el ingeniero y levanta la lata, la sopesa, coge la hebilla del cinturón, hace palanca, levanta una esquina y acaba por estrellarla contra la pared una vez que la estructura tiene un punto débil.
- "Lata abierta, ¡prueba conseguida!".
El físico levanta la lata, sopesa, mide, halla presiones, distribuciones de carga y lo que le dé por calcular, busca una mesa pesada y con la pata la machaca.
El matemático levanta, sopesa, calcula longitudes de arista, integrales de volumen del gas encerrado en la lata, densidad media de la carne de las sardinas, esperanza del numero de sardinas dentro de la lata y después de un rato dice:
- "Bien, supongamos que ya esté abierta..."
2. ¿ 2 + 2 = ?
Ingeniero: 3.9968743
Físico: 4.000000004 ± 0.00000006
Filósofo: "¿Qué quiere decir 2+2?".
Lógico: "Defina mejor 2+2 y le responderé".
Economista (cierra puertas y ventanas y pregunta en voz baja): "¿Cuánto quiere que sea el resultado?".
Matemático: "Espere, sólo unos minutos más, ya he probado que la solución existe y es única, ahora la estoy acotando..."
3. Distintos puntos de vista.
Un astrónomo, un físico y un matemático que estaban viajando en un tren por Escocia vieron por la ventanilla una oveja negra en medio de un campo.
"Qué interesante" dijo el astrónomo, "todas las ovejas escocesas son negras".
Al oírlo, el físico respondió: "¡No!, algunas ovejas escocesas son negras".
Al oír lo que decían, el matemático dijo con cara de reproche: "En Escocia hay al menos un campo que contiene al menos una oveja, que tiene al menos un lado negro".
4. El incendio.
Un ingeniero, un matemático y un físico se quedan en un hotel a pasar la noche. El ingeniero nota que su cafetera esta echando humo, así que se levanta de la cama, la desconecta, la pone en la ducha y la enfría. Luego vuelve a la cama.
Un poco más tarde, el físico huele humo también. Se levanta, y ve que una colilla ha caído en una papelera, y algunos papeles han prendido. Empieza a pensar:
- "Hmm. Esto podría ser peligroso; si el fuego se extendiera, las altas temperaturas podrían matar a alguien. Debería apagar este fuego.¿Cómo puedo hacerlo?.Vamos a ver... podría hacer descender la temperatura de la papelera por debajo del punto de ignición del papel, o quizás aislar el combustible del oxígeno... Vaya, podría conseguir esto echando agua".
Así que coge la papelera, se va a la ducha, y la llena de agua. Luego se va a dormir.
Más tarde, el matemático se da cuenta de que su cama está ardiendo porque unas cenizas de su pipa han prendido en el colchón. Pero como ha estado viendo todo lo anterior desde su ventana, la cosa no le pilla por sorpresa; eso de apagar un fuego es un problema resuelto anteriormente, así que se mete en la cama y se duerme pensando:
- "No importa, existe una solución".
5. Los viejos matemáticos.
Los viejos matemáticos nunca mueren, simplemente pierden algunas de sus funciones.
6. Los tacos de un matemático.
¿Cómo dice tacos un matemático? : "Me cago en diez y me llevo una".
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